7/8/12

Personalidad Psicótica

CAPITULO 2

~Tomo~
Aquél ser dejo de brillar, y se transformo en ondas de sonido rojas, que entraron a destruir mis oídos, el sumbido era insoportable, sentí como la cabeza me iba a estallar y no podía hacer nada al repecto. Sería este mi fin? me di por vencido ante el dolor y deje caer mi cuepo a lo que parecía ser el suelo, a lo mejor con el golpe se calmaba la presión que sentía en mi cabeza. Deje de escuchar aquel ruido, solo sentía el silencio que de alguna forma me estaba torturando.



- ¿Vas a entrar si o no? - la voz de Seto hiso  eco en mis pensamientos
- ¿eh!? - abrí los ojos como de plato y levante la cabeza.

Estaba enfrente de mi casa, apunto de abrir la puerta, no hace mucho que había llegado de la escuela, al menos eso supuse.

- se abré girando la perrilla - me dio una demostración - es muy sencillo
- ya lo se - dije sin importancia y aún con la mirada perdida
-¿Sucede algo? -Seto me miro preocupado
- pues... nada, solo olvidalo - entre rapidamente a la casa, sin ni si quiera saludar a mi madre.

No le comente la extraña situación que me había pasado, pues me tacharía de loco, hasta yo creo que lo que me paso es irreal, y Seto solo lo tomaría como una arma mas, para molestarme.
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 ~Ninomiya~
Esta tarde llegué a un fraccionamiento, no sabía si quiera de su existiencia, pero ahí estaba yo, enfrente de una casa modesta, de dos piso y con poco jardín. ¿Cómo llegue ahí? eso es algo que tengo que averiguar.

Pero primero lo primero, tengo que buscar cómo demonios llegar a mi casa.

Tome un taxi, en el camino iba metido en mis pensamientos, cuando el vibrador de mi celular que indicaba una llamada, me trajo devuelta a Japón.

- ¿bueno? - hable desconcertado.
- Nino-chan no se te olvide hoy la cena con mi hermana eh! - advirtio mi profecional novio.
- ¡oh! ¡Cierto!... ¿qué era lo que teniamos que comprar? - busque entre el maletín que traía una hoja donde anotar y preparandome para el regaño de Matsumoto.
- NINONAMIDA! - se escucho que dio un golpe a su escritorio - ¿dónde traes la cabeza ultimamente?!! - reclamó.
-¡lo siento! - baje la cabeza y tome una pluma - ¡ya dime que tengo que comprar!
- solo compra un vino - Matsumoto dio la orden para después cortar la llamada.
- p-pero que tipo de - suspire colgando el celular y guardandolo en mi bolsillo - ¡pff! ¡Yo no sé de vinos!, ¡disculpe! - le hize señas a el conducor- lleveme a la licorería mas cercana, por favor.

El taxista solo asintío y se desvío del camino a mi casa. Pasaron si mucho 8 minutos cuando llegamos. Me bajé, sin antes decirle a el taxista que me esperara.Entre a la tiende, no se veía de gran calidad, pero en estas circunstancias lo que menos quería era quedar mal. Le pedí a el vendedor, que me diera una botella de su mejor vino. Pague con tarjeta de credito pues nadie trae en su cartera 62960¥.

Al poner el primer pie en mi casa, corri a el baño para alistarme, ya eran las 6:39 y Matsumoto llegaría por mi a las 7:00, y por desgracia mia, el era muy puntual.

Casi sufro un accidente en la regadera por andar a las carrillas, pero todo valío la pena, pues aun que no se como le hize, pero estaba parado a las siete en punto esperando de que lleguara mi novio. Matsumoto llegó y se estaciono en la calle,  entre rápidamente pero con cuidado de no romper la botella, pues costo muy cara para que ni si quiera la probaramos.

La casa de mi cuñada era grande y muy lujosa, claro el dinero viene de familia. Por eso mis suegros me culparon de la pequeña mala racha que tuvo la familia. Pués es mas fácil culpar a el pobre con mala suerte que aceptar un error.

Pero en fin, eso ya quedo en el pasado. La cena estuvo deliciosa, mi cuñada se lucía en la cocina y mi con-cuño era muy bueno en poner el mejor habiente. Aquella noche por lo menos me hizo olvidar aquél extraño evento. Aunque solo unas horas.

-¿En verdad te encuentras bien, Nino-chan? - Matsumoto se metío entre las sabanas de la gran cama.
- amm - me senté en la cama para quitarme las pantunflas - pues de salud física, si, pero...
- ¿pero, qué? - Matsumoto se acosto de costado para poder ver  me mejor.
- me han pasado cosas extrañas últimamente - tenía miedo de que no me creyera pero si en verdad le importó encontrara la manera de ayudarme.
- ¿cómo cuáles? - se acercó más a mí en cuanto me acosté yo - ¡dime qué te sucede !en verdad me preocupas!
-¡ja! - reí de los nervios - se que sonará loco pero desde hace tiempo, siento que me siguen, despierto en lugares desconocidos y ni si quiera se ¿cómo? o ¿cuándo? llegue ahí, oigo voces, y... - sentí los brazos de matsumoto rodeando mi cuello para que dejara de temblar - ... tengo mucho miedo - me voltíe para esconder las lagrimas que caían por mí cara en el torso  de Matsumoto que las recibió con amor.
- tranquilo, yo estoy aquí para ayudarte, a si que buscare ayuda profesional -

Pare de llorar.
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      7 horas antes

Un joven de complección delgada, cabello largo y de traje se detuvo en la entrada de un callejón. En contro lo que llevaba buscando por casi dos años. Observaba muy detenidamente a un estudiante de preparatoria. Sus ojos mostraban sed de venganza y un odio enorme hacía ese joven. Algo extraño pasaba, el joven se dejo caer de rodillas, parecía muy debíl, sonrío de medio lado, y de repente se sorprendío, la cabeza del joven azotó contra el suelo, parecía que se había desmayado. El destino escribio que ese sería el mejor momento para matarlo. Pero su plan se vino abajo, cuando otro joven casi de la misma estatura, se acerco corriendo para ayudarlo.

- Tomo! Tomo-baka despierta- Seto estrujaba despacio a su primo.

Mas gente se acerco a ver, aun que de lejos, pues por alguna razón le temían a ese callejón. A si que el hombre decidío marcharse y posponer su plan.

Depués de ir a comprar un vino, fue a casa a alistarse para una odiosa reunión familiar, por suerte el no tendría que estar tan presente. Varas horas de tortura y aquella "fiesta" terminó. No creyo necesario aparecer esa noche, pero algo hiso que se alarmara, la persona más importante en su vida, le echaría a perder sus planes y todo por un tonto descuido.

- Tranquilo,  yo estoy aquí para ayudarte,a si que buscare ayuda profesional - su novio le dio un beso en la frente
- Ni pienses que voy a ir con un loquero, no me vas a ir a abandonar en uno de esos "centros psiquiátricos", no me arruinaras mis planes, CLARO QUE NO!-

Aquél joven que lloraba en los brazos de su novio, se levanto muy alterado de la cama pero más que alterado, enojado, se le enrredaron los pies en las sabanas tropezando y callendo a el suelo.

- Nino- chan, tranquilizate, nadie hablo de internarte - se levantó de la cama Matsumoto.

Ninomiya salío corriendo de la casa.


Adieu.

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