Todo por ti. Parte 2 (Final)

Al terminar ambos con nuestra tortura, se retiraron de la habitación sin antes decirnos que nos pusiéramos aquellas batas rojas de ceda.

Chinen como rayo se la puso, pero yo no podía ni moverme o quejarme, de repente sentí como dejaron caer la bata sobre mi espalda, las pequeñas manos de Chinen me ayudaron aponérmela.

-crees que algún día podremos salir de aquí - pregunte con las pocas fuerzas que tenía.

Apenas Chinen iba a decirme su repuestas cuando se estremeció, aquellos malditos habían vuelto.

Kamenashi se dirigió al equipo de grabación y encendía otras luces junto con la cámara. Akanishi apago la luz del cuarto, quedando así solo iluminada la cama. El miedo corría por mis venas como si fuera adrenalina.

- Qué nos van a hacer? - casi ni pude formular la pregunta del pánico que sentí.

- solo nos vamos a divertir - Akanishi le acaricio la mejilla a Chinen - solo eso - soltó una carcajada macabra.

La cámara se encendió y nuestra pesadilla empezó, ambos se acercaron a nosotros, Chinen y yo nos movimos a el centro de la cama, ambos aterrados, ellos se acercaron a sus presas.

Nos empezaron acariciar suavemente, no medí cuenta de que estaba llorando hasta que Akanishi tapo mi boca con mucha fuerza para que dejara de hacerlo. A pesar de que solo eran caricias acompañados con varios besos, me sentía asqueado.

Se cambiaron de lugar, solo tome aire, Kamenashi masajeo mi miembro muy tiernamente, en cambio Chinen gritaba de dolor ya que Akanishi al masajear lo apretaba como si fuera plastilina.

- Ya... NOOOO - trataba Chinen de quitar las manos de aquel hombre desesperadamente con sus frágiles manitas.

Retiraron de nosotros los vibradores, y ya cuando nuestro miembro había soltado por primera vez semen, lo dejaron de masajear y nos abrieron las piernas y comenzaron a darnos embestidas, aquella sensación hacia que mi pene se endureciera.

Culpable. Enojado. Humillado. No podría volver a ver a mis padres a la cara, pero eso no seria un problema pues no creo volver a verlos.

- ¡listo! -Akanishi se detuvo, e hiso su cabello hacia atrás

- Esta bien - se paro Kamenashi de la cama un poco decepcionado.

- tu, niño ¿cómo te llamas? - me señalo Akanishi

- Ya...mada - dije entre lagrimas

- acércate a ese niño - señalo a Chinen

- me moví tímidamente a Chinen -

- muy bien, comienza a quitarle la bata que trae - Akanishi se empezó a ponerse la ropa - y has todo lo que nosotros les hicimos a el.

- ¿Qué?... yo...no-pue-do hacer eso - tartamudeé

- pues lo haces o Kamenashi te matara - señalo a Kamenashi quien ya portaba un arma.

No sabia si estaba o no cargada pero no quería averiguarlo. Sentados los dos, le empecé a quitar la bata y el a mi, Chinen temblaba mas que yo, sollozaba un poco.

- ¡Rápido! -Akanishi me golpeo la espalda con látigo pequeño.

Grite. Bese tiernamente el cuello de Chinen, es tan dulce como un caramelo; Chinen se estremeció a si que lo abrase con fuerza aun sin dejar de besarlo.

- no te preocupes no te hare daño - le susurre al oído.

- lo se - me sonrió y me dio un tierno beso en la mejilla.

Al sentir aquel beso, mis ojos se abrieron como plato, una sensación extraña empezó a recorrer mi cuerpo. Lo recosté en la cama y no puede negarme a aquel romántico beso que los labios de ese pequeño me pedían a gritos.    

Chinen comenzó a acariciarme la espalda con una mano, haciendo que el dolor de aquellos rasguños desapareciera. Mientras su otra jugaba con uno de mis pezones, que por cierto ya estaban excitados.

Le lambí el pecho cuidadosamente, lo disfrute tanto como una paleta de hielo en pleno verano. Solo que para nada me calmo el calor, al contrario mi temperatura empezó a subir a "mil por hora".

Muy avergonzado tome con mis manos su miembro, era tan suave que podía pasarme la horas jugando con el, Chinen no pudo evitar sonrojarse. Yo solo le sonreí y le di otro coqueto beso en la boca.

Masajee su miembro, lo movía de vez en cuando de un lado hacia otro. Sin darme cuenta el mío ya estaba erecto, Chinen soltó una leve risa y un gemido.

Le abrí las piernas con cuidado, no quería lastimarlo como Akanishi lo hiso conmigo, a si que sin limpiarme las manos del semen que soltó Chinen, con mi dedo índice empecé a dilatar un poco el ano de Chinen. Para ser sinceros eso lo aprendí de una película porno que mi vecino Yabu llevo a la casa a escondidas, el es mucho mayor que yo a si que me dijo varios secretos que nunca imagine que los pondría tan rápido en práctica.

                               

Inserte mi dedo medio para acelerar el proceso pues la adrenalina que ya estaba por todo mi cuerpo me pedía a gritos que se lo metiera, solo que no quería lastimarlo.

- Ya...has-lo - dijo entre gemidos Chinen.

Aquel gemido actuó como música para mis oídos y no me tarde mas de un segundo cuando ya tenia a Chinen  dando grandes gemidos por toda la habitación. Excitado. Dando pequeñas pero muy satisfactorias embestidas cada tres segundos.

Nuevas experiencias estaba experimentando en aquel momento. Eran las mejores. Apesar de que fue lo mismo que hiso Akanishi, esto me hacía plenamente feliz.

"aaaah!... aaah!" las únicas palabras que salieron de mi boca y de la de Chinen.

Una gran sensación de desesperación y de querer unirme a Chinen pasaba por mi mente, los fluidos empezaron a rodar por todos nuestros cuerpos hasta quedar en la cama. Chinen levanto la pelvis e hiso la cabeza hacia atrás. Qué era aquello que recorría todo mi cuerpo ?. Orgasmo. El primer y mejor de los orgasmos.

A si a nuestros 9 años ambos perdimos la virginidad con la persona que nunca imaginamos que se cruzaría en nuestras vidas. Pero gracias a el destino pudimos demostrar ese amor que sentíamos el uno hacia el otro.

                   Fin de flashback

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Ojala aquel precioso y deseado orgasmo estuviera remplazando a el que estaba teniendo en este momento, que solo me hacia sentir culpa, demasiada culpa por disfrutarlo.

Dejo de metérmelo y se recostó Kamenashi en la cama.

- ven yamada-kun - me hiso un lugar a un lado de el.

Trate de controlar mi furia y me recosté a un lado de el.

- ¿matarías por Chinen? -me pregunto sin quitarle la vista a el techo.

- por el, soy capaz de hacer cualquier  cosa - lo mire a la cara tratando de descifrar que era lo que tramaba.

-pues tendrás que matar a unos tipos por mi, si quieres a Chinen devuelta- se levanto de la cama y del buro saco una arma.

-dime ¿dónde los encuentro? - tome  el arma y oculte en lo mas profundo de mi ser aquel horrible miedo.

- en el bar que esta a dos cuadras de aquí y son ellos- dejo caer dos fotos en la cama

- ¿y Chinen? - agarre las dos fotos y al verlas la sorpresa fue mayor de lo que esperaba.

- estará en el auto negro enfrente del bar, Akanishi lo liberara cuando tu acabes con el trabajito- se puso los pantalones y una playera, tomo unas llaves - adiós para siempre- me tiro un beso y se fue de la habitación.

Las personas que tenía que matar eran mi antiguo vecino Yabu Kota y su mejor amigo Daiki Arioka.

Las piernas me temblaban y como pude me vestí, tome el arma y me la escondí entre los pantalones como en las películas. Ya antes Akanishi me había enseñado a usarlas a si que por eso no estaba preocupado. Pero como los mataría si los estimaba mucho. Chinen o ellos.

Exhale. Mi vista se empezó a volver borrosa. Miles de recuerdos habitaron mi cabeza. Trate de controlarme al ver el bar, al otro extremo de la carretera estaba como me había dicho Kamenashi, el auto y dejaron asomar por dos segundos la cabeza de Chinen que llevaba la boca cubierta. Al verlo a si atado tomé una decisión.

Era la noche con más estrellas y la más hermosa luna llena. Pronto mancharíamos esa noche con sangre.

Entre a el bar, y vi sentados a Yabu y Daiki tomando unos tragos en la barra. Yabu me vio por el gran espejo que estaba en la pared y volteo muy emocionado.

- YAMADA, ¿ERES TU!? -se paro de la silla muy dispuesto a saludarme

- ¡CORRAN! - les ordene, con mis ojos llorosos y sacando el arma.

- hijo de... - Daiki se paro rápidamente de la silla, saco el arma y disparo hacia mi

Me quede petrificado, solo cerré los ojos. La sonrisa de chinen habito en mi ser.

- YAMADA! - la voz de Chinen me trajo de mi estado de coma.

Volteé hacia atrás de mí y Kamenashi estaba tirado en el suelo con un balazo en la cabeza.

- ahí viene Akanishi y los demás - me tomo del brazo y me jalo hasta Yabu - nos van a matar.

Entraron dos hombres de Akanishi a el bar, dos balazos mas se escucharon, abrase a Chinen y nos tiramos a el suelo.

Yabu saco su arma y como buen pistolero los mató de un solo tiro. Akanishi entro y le dio en el hombro a Yabu y sin dejar reaccionar a Daiki le dio un balazo en la frente.

Me apuntó con su arma.

- tus ultimas palabras cabrón - le quito el seguro a el arma y me la puso en la cabeza.

- Muérete - le dijo Chinen disparando con el arma de Daiki en el cuello y volviendo a dispararle en la cabeza y en el pecho a Akanishi.

Asombrado de la valiente acción que había echo Chinen, lo abrase y le di un gran beso en la boca.

- perdóname por haberte abandonado - le dije entre lagrimas.

- no te preocupes, se que no fue tu intención, el pánico gano, pero eso ya no importa -

Nos volvimos a besar. Lo que nos interrumpió de nuestro agradable encuentro fue Yabu llorando por su mejor amigo, para después avisarnos que huyéramos de ahí pues ya no tardaba la policía en llegar, y como Akanishi era el hijo del jefe de policía seguro iban a echarle toda la culpa a Chinen.

Salimos de ahí lo mas rápido que pudimos, llegamos al a aeropuerto y compramos dos boletos a México (por fin los tendré cercas, por lo menos en mi fic y haciendo yaoi oh si!) con el dinero que Chinen había tomado de Akanishi en un descuido.

Al llegar a la capital nos hospedamos en un motel.

- Yamada hace tiempo que no lo hacemos- se quito la camisa y el pantalón quedando en bóxer acostado en la cama.

- Lo se - me desnude y me metí entre las sabanas

-Te Amo- Chinen me beso la boca

Correspondí el beso y le quite el bóxer, lo abrase muy fuerte para hacerle saber que yo igual lo amaba.

Fue la noche más gloriosa, pero no fue la última en la que nos demostraríamos cuanto nos amábamos.

AdiEu